‘BLACK MODE’: Zetazen revela su lado más oscuro en una tormenta emocional

El cantante madrileño presenta su segundo álbum en 2024, una obra de rabia y dolor que consolida su proyecto más maduro

CARLOS DELGADO

Con Black Mode, su segundo álbum de 2024 y tercer proyecto creativo en lo que va del año, Zetazen sella la transición más visceral de su carrera musical. Este trabajo llega tras el regalo en el día de los enamorados que ofreció a sus fans con el lanzamiento de su libro Manos Frías en febrero y de y cuando nos crucemos, qué? en mayo, consolidándose como el año de mayor inspiración creativa para el artista madrileño. Presentado como una continuación natural de su anterior álbum, Black Mode se erige como una metástasis de dolor que ha recorrido cada rincón del cuerpo y alma de Zetazen, impregnando incluso el avión que simboliza su viaje personal y creativo desde que despegó en y cuando nos crucemos, qué?. Esa energía, cargada de la intensidad de una tormenta emocional, encuentra su máxima expresión en el aterrizaje del que es, hasta la fecha, su álbum más completo como artista.

En este viaje sombrío y melancólico, Zetazen transforma vivencias personales como la ruptura con su expareja y el duelo por su abuelo en arte. El lanzamiento del álbum, acompañado de declaraciones como «mi verdadero cuando la última luz se funde, otra se enciende», marca un giro significativo desde el optimismo cálido de y cuando nos crucemos, qué? hacia una atmósfera de rabia y frío que empapa cada tema. La transición emocional del artista se dibuja desde el sentimiento frío y nostálgico de estar «de viernes noche en casa», como en Vacío Blanco, hasta el sufrimiento de un domingo simbólico plantado en el altar, con un ramo de flores cuyas espinas se clavan en sus manos. Un viaje que va desde la quietud hasta una huida constante, del «vacío blanco» al lleno de oscuridad, que captura la evolución de Zetazen como músico, productor y narrador de emociones con las que cualquier oyente puede identificarse profundamente.

Este proyecto no solo refuerza su conexión con su esencia más pura como artista, sino que también lo posiciona como un creador total: en tan solo ocho semanas, Zetazen escribió, produjo, grabó y mezcló todos los temas del álbum, derramando sus sentimientos directamente sobre el lienzo de la producción y composición. El resultado logrado es un trabajo compacto y conceptual que sumerge al oyente en una exposición de museo donde cada canción se convierte en una obra de arte para saborear. Desde su época anterior a 2017, en la que producía álbumes como Atrezzo, Inside o Presión en las Alturas, no había reconectado tanto con su faceta de productor. Este retorno a sus raíces artísticas se refleja en temas como Por Ley, una oda nostálgica que transporta a los fans a sus primeros conciertos como el celebrado en el Café La Palma, donde se reunía con viejos amigos como Serra.

La portada del álbum, inspirada en el cuadro El Ángel Caído de Alexandre Cabanel, captura la esencia de Lucifer, el ángel más bello, expulsado del cielo por rebelarse contra Dios al desear más de lo permitido. Su castigo fue la oscuridad representada en el infierno. Sin embargo, su mirada refleja que, a pesar de su caída, su esencia permanece intacta. Es una representación de la búsqueda de identidad y la fortaleza en los momentos más difíciles. Este simbolismo es el núcleo de Black Mode, una etapa crucial para Zetazen de la que ha decidido desprenderse al compartirla definitivamente con sus fans.

El álbum simboliza la lucha interna entre la ira, la tristeza y el orgullo, conectando profundamente con el concepto del ángel guardián y la hora espejo 11:11. Zetazen incorporó este significado de manera sutil al enviar un correo el domingo 8 de diciembre a las 11:11. Según la numerología, esta hora representa un momento de guía y protección casi divinos. El ángel guardián Lehahiah está asociado a esta hora como símbolo de suerte y prosperidad, y cuya presencia sugiere la llegada de un período de transformaciones positivas. Estas señales inspiran a Zetazen a enfrentar estos cambios con confianza y determinación.

Así, Zetazen encuentra en esta conexión un reflejo en su obra: al igual que el ángel rebelde de Cabanel, se enfrenta a su oscuridad y la convierte en refugio y motor creativo. Este concepto se amplifica con la figura del ninja, presente en la estética y promoción del disco, que refuerza la idea de proteger su alma mientras enfrenta sus batallas personales. Además, el uso del emoji ninja como símbolo entre sus seguidores subraya estas ideas, vinculando las características del ninja –sigilo, autodefensa y disciplina– con el carácter introspectivo y resiliente de Zetazen.

Musicalmente, Black Mode es un viaje sonoro que combina rap melódico, R&B contemporáneo y elementos de géneros como el trap o el UK garage, reflejando la constante evolución artística de Zetazen. El álbum sobresale por sus sintetizadores envolventes, beats atmosféricos y coros que oscilan entre la elegancia de los ritmos minimalistas y la densidad de elementos más complejos. La inclusión de guitarras eléctricas añade un matiz natural a la riqueza de los elementos electrónicos. Detalles como el sonido de cámaras o la risa de su expareja en Te lo Dije generan una atmósfera envolvente, mientras que los pianos y guitarras acústicas intensifican el tono melancólico que define el disco.

Zetazen fusiona con fluidez el rap y el canto melódico, destacándose por una interpretación que fluye desde los tonos graves y ásperos de su voz hasta los matices más agudos y armonías etéreas en los coros. Su capacidad para transmitir emociones en Black Mode es inigualable, logrando conmover profundamente al oyente mientras expresa con intensidad su dolor, rabia y tristeza ante la pérdida de sus seres queridos, todo ello envuelto en una riqueza vocal que potencia cada sentimiento.

ANÁLISIS TRACK BY TRACK

1. VANTABLACK

Con la fuerza de una lágrima que golpea un charco, Vantablack abre con un descenso abrupto, evocando la caída al vacío de una relación que se desmorona. En el álbum Black Mode, Zetazen convierte lo que parece ser un colapso en una oda al amor, al destino y a los caminos que no se cruzan. El inicio acústico, arropado por un piano que sugiere el goteo incesante de la lluvia, se siente íntimo y acogedor. Sin embargo, el trasfondo de cada acorde y las letras como «y si lo hacemos mal, ya se sabrá el final» reflejan una tensión entre la resignación y la esperanza. La voz de Zetazen se desliza y se disuelve, atrapándonos en un patrón repetitivo, mientras nos envuelve en una atmósfera casi mágica, como una orquesta que acompaña una historia de almas separadas.

El segundo acto del tema es un giro brusco. De la calma inquietante de la balada Ruido -canción cuyo adelanto Zetazen compartió en marzo de 2022 a través de su canal de Telegram, Diario Zetazense pasa al vértigo explosivo de Vantablack, marcado por la irrupción de una instrumental UK garage en la que los hihats, los 808 y bombos rompen sin tregua. A partir de este momento, se desata la atmósfera oscura que define y envuelve el mensaje central de Black Mode. La producción, a cargo del propio Zetazen y masterizada por su inseparable Slatin, construye un contraste entre la melancolía inicial y una energía desbordante que parece exigir la oportunidad de reinventarse. Las letras, como «rompí el cielo, vuelo sin dirección», pintan un lienzo de autodescubrimiento teñido de negro absoluto. El sonido de fondo de cuervos, junto con las pausas estratégicas, realzan la intensidad emocional, mientras versos como «tiene que arder lo sagrado de ayer» capturan la lucha entre dejar ir el pasado y abrazar el caos del presente.

El videoclip, grabado en una sala oscura iluminada por un rayo de luz blanca, amplifica esta narrativa dual. Con su característico colgante de la rosa dorada al cuello, Zetazen aparece envuelto en un vacío que absorbe toda la luz, como la sustancia vantablack. La estética minimalista y los simbolismos —mordiendo la manzana prohibida o rezando frente a la oscuridad— convierten la canción en una experiencia visual y emocional que equilibra soledad y esperanza. Vantablack no solo trata el peso de la pérdida y el renacer, sino que también genera una sensación contradictoria: calma al aceptar lo inevitable y determinación por enfrentarse al futuro con la confianza de que lo oscuro puede transformarse en luz.

VERSIÓN DE ‘RUIDO’ (‘VANTABLACK’) SUBIDA AL CANAL DE TELEGRAM (2022) ‘DIARIO ZETAZEN’ | EXTRAÍDO DE: @zetazen1

2. ALTITUD

Altitud es el vuelo emocional que marca el inicio de Black Mode, donde Zetazen se encuentra a bordo del avión. Zetazen mencionó que fue la primera canción que escribió para el disco, nacida en un avión metafóricamente, como puente entre su anterior trabajo, y cuando nos crucemos, qué?, y esta nueva etapa artística. En un correo enviado a sus seguidores, Zetazen describió la experiencia de convertir su dolor personal en propósito, narrando cómo las rupturas y pérdidas —amorosas y familiares— le llevaron a un espacio de transformación. «Un propósito corrige el rumbo», explicó, refiriéndose al papel de la música como salvación personal. La canción, escrita, producida e interpretada por Zetazen, con el mastering a cargo de Slatin, representa el inicio de esta narrativa profunda y personal.

Al lanzar el tema, el artista comentó en sus historias de Instagram: «Este track es solo el principio. La punta del iceberg de Black Mode«. Esta metáfora del iceberg encapsula su estado emocional tras la ruptura amorosa con su expareja, con un corazón helado que comienza a resquebrajarse para dar paso a la expresión más ardiente de sus emociones a través de la música. Altitud profundiza en esta lucha interna, mezclando tristeza y determinación en una ambientación que conmueve al oyente. Versos como «atravesándome y yo firme como un śramaṇa» —en referencia a los ascetas indios que buscan la liberación espiritual a través de la disciplina y la renuncia— muestran la fortaleza de Zetazen frente a su dolor, mientras otros como «la mayor condena no es sentir nada» reflejan su rechazo a la indiferencia emocional.

Musicalmente, Altitud combina elementos de rap electrónico con una base de hi-hats y 808s, un piano melancólico, y coros femeninos que envuelven en una energía etérea. La atmósfera del tema se intensifica con efectos como el sonido de un águila y el ruido de un vuelo, que refuerzan simbólicamente su búsqueda de altura emocional para no caer en los infiernos de la depresión, además de conectar con su disco anterior. En el videoclip, un visualizer que muestra el interior de un avión con una ciudad nocturna al fondo, se transporta al espectador a la narrativa de la etapa de transición y perspectiva elevada que define el tema. Con este inicio, Zetazen no solo invita a empatizar con su pérdida, sino que también utiliza la música como vehículo para sanar. Como señaló en su correo, si este álbum logra salvar a alguien más aparte de él, habrá cumplido su propósito.

3. DOS ALMAS

Tras Altitud, Dos Almas fue la segunda canción que Zetazen escribió para Black Mode. El artista madrileño explica que la secuencia de estos temas no responde a una estrategia de marketing, sino a un proceso natural, casi intuitivo. Escrita, producida e interpretada por el propio artista, con el toque final en el mastering de Slatin, la canción representa un diálogo interno que oscila entre la aceptación de su ruptura amorosa y la esperanza de reconciliación. A través de versos como «el interés genuino habla mil lenguas» y «si dejo de correr me paro y cierro los ojos y te vuelvo a ver», Zetazen explora la fragilidad emocional y las contradicciones propias del amor perdido, mientras una base instrumental de trap con elementos del drill, bombos marcados y transiciones dinámicas de tempo, refuerzan esa tensión narrativa.

Dos Almas mantiene la esencia melancólica de Black Mode, con un piano que abre la pista y establece el tono reflexivo, seguido por un ritmo que evoluciona desde BPM lentos hasta explosiones rápidas de batería. Las rupturas estratégicas en el ritmo y los efectos sonoros —como el sonido de un cargador de pistola o el fuego crepitando— subrayan momentos clave de la estructura de la canción, acentuando versos cargados de significado como «podría dejarlo estar, puedo dejarlo arder, quedarme a contemplar lo que al final no fue». El videoclip, dirigido por Sergio Luque, acompaña visualmente esta introspección con imágenes de Zetazen viajando en un coche que transita por paisajes posiblemente de la sierra madrileña, y su rostro reflejando la mezcla de nostalgia y rabia que impregna la canción. Los cortes rítmicos del videoclip sincronizados con los golpes de batería dotan a la imagen de un dinamismo que contrasta con el tono melancólico de la letra.

En el verso final de la canción: «dale, tú decides», Zetazen refleja el dilema entre dejar ir o luchar por recuperar la relación. Al ceder la decisión a la otra persona, Zetazen expone su vulnerabilidad y acepta que el desenlace no está en sus manos, transmitiendo una mezcla de resignación y esperanza. Este cierre evidencia la incertidumbre de las relaciones y el entendimiento de que el amor no puede forzarse, a la vez que mantiene abierta la posibilidad de un nuevo comienzo. Musicalmente, el cambio rítmico y los coros refuerzan la sensación de transformación y cierre abierto, subrayando la importancia de las decisiones de ambos protagonistas y el impacto de sus decisiones futuras. Como en Vantablack, esta canción captura la dualidad entre la pérdida y la esperanza, consolidando la narrativa cohesionada de Black Mode.

4. UN ÁNGEL

En Un Ángel, tema favorito de Zetazen que hace referencia al cuadro El Ángel Caído, el artista nos ofrece una introspectiva sobre la fragilidad emocional tras una ruptura amorosa, combinando vulnerabilidad y decisión. Con una estructura breve y directa, que se aleja de las canciones más largas y tradicionales, la pieza se ajusta al formato de consumo rápido propio de las redes sociales. Esta característica refleja el impacto de la inmediatez de plataformas como TikTok e Instagram en todas las creaciones artísticas contemporáneas. Musicalmente, predomina una guitarra suave y unos coros envolventes que parecen dialogar entre el lado racional y emocional de Zetazen, generando una atmósfera nostálgica y melancólica, como un atardecer solitario en un mirador. Este enfoque minimalista se ve reflejado en su producción, que está escrita, producida e interpretada completamente por Zetazen, mientras que el mastering corre a cargo de Slatin, quien aporta su toque en la creación del ambiente envolvente y detallado que caracteriza a la pista. El uso de una escultura de un ángel a contraluz, que aparece en el visualizer de la canción, refuerza la dualidad de la letra, donde la oscuridad y la luz se entrelazan, simbolizando la complejidad de los sentimientos tras una separación.

La letra es un mensaje claro hacia su expareja, con la que Zetazen parece dispuesto a arriesgarlo todo para reconectar. En la canción, él ofrece «un ángel» como protector, mostrando una mezcla de aceptación y lucha interna. A lo largo de la pista, se percibe un constante tira y afloja entre el deseo de sanar y la necesidad de afrontar el dolor. Líneas como «hace falta oscuridad para dar luz» ejemplifican la búsqueda del equilibrio entre las sombras del pasado y la esperanza de un futuro renovado. En el proceso de Black Mode, Zetazen atraviesa una fase de autoconocimiento, donde reflexiona sobre sus demonios internos, los efectos de la soledad y el autocuidado, y cómo la música se ha convertido en su terapia sanadora. La canción también refleja su deseo de simplificar su vida, dejando atrás excesos y rodeándose solo de quienes realmente le aportan. El final de Un Ángel, con un fundido de audio que evoca una conversación en notas de WhatsApp, refuerza esa sensación de despedida y cierre de ciclo, dejando una sensación de nostalgia y esperanza por lo que está por venir.

5. POR LEY

Nueve años después de sus primeras colaboraciones en clásicos como Descálzate, Barcos de Vapor o All In; Zetazen y Serra se reencuentran en Black Mode con la canción Por Ley, un tema cargado de nostalgia, introspección y la esencia de sus inicios musicales. La canción, escrita, producida e interpretada por Zetazen y masterizada por Slatin, se caracteriza por una fusión de hip hop electrónico, con influencias de la música underground y un uso preciso de elementos vocales que crean una atmósfera densa y envolvente. El uso de coros de una mujer junto con las voces graves de Serra combinadas con la voz modulada de Zetazen, proporcionan una sonido mágico que resalta la complicidad musical que ambos artistas comparten. Este entendimiento profundo, como menciona Zetazen, tiene raíces en su amistad desde la adolescencia, cuando se conocieron a través de MySpace, un vínculo que se refleja en cada acorde y verso de la canción.

Líricamente, Por Ley es un viaje a través del pasado y la lucha por superar las heridas emocionales. Serra, con su estilo característico, hace referencia a C. Tangana y su antiguo alias Crema, rememorando la época dorada de la escena rapera en los 2000. Una infancia llena de momentos felices que ya no regresarán. La nostalgia está presente en todo el álbum, pero en este tema se intensifica con versos como «el corazón en el puño para golpear a mi pasado y no romperme los nudillos», que aluden a una lucha interna por dejar atrás lo que ya no puede cambiarse. Además, la canción rinde homenaje a los seres queridos que han fallecido o a relaciones rotas, a través de líneas como «echando un trago al suelo por los que no están. Celebrándolo con los que están». A lo largo de la letra, se destacan temas como la lealtad, un valor esencial para Zetazen, quien lo reafirma en el estribillo: «Mi lealtad inquebrantable por ley». Este tema también conecta con la canción Lealtad de su anterior álbum y cuando nos crucemos, qué?, y refuerza la idea de la importancia de ser fiel a uno mismo y a los demás, especialmente cuando se atraviesan momentos de pérdida y desamor.

Un elemento clave en la letra de Por Ley es el juego de palabras que Zetazen utiliza para reflexionar sobre las relaciones personales y el valor de la honestidad. Con frases como «no cualquier corona es válida para un rey», el artista sugiere que el trato que su expareja experimentó con él no lo recibiría de nadie más. Este mensaje conecta con la canción Pongo yo el precio, de su anterior álbum y cuando nos crucemos, qué?, cuyo lema «Rex Mei Pretti» («Rey de mi valor») reafirmaba su compromiso con la autoestima y la autenticidad. En Black Mode, Zetazen parece estar recuperando esa confianza perdida durante la ruptura.

Instrumentalmente, Por Ley sobresale por su base de bombos y cajas que se entrelazan con la atmósfera etérea creada por las voces y los efectos sonoros. El videoclip, que continúa con la estética de Vantablack y Un Ángel, muestra un coche en un parking, un símbolo recurrente en la trayectoria de Serra, mientras mantiene una tonalidad amarillenta con predominancia del negro, lo que contribuye a la sensación de desolación y reflexión que emana del tema. En conjunto, Por Ley es un regreso a las raíces musicales de Zetazen, mientras abraza la evolución de su sonido y su forma de expresarse, ofreciendo a los oyentes una pieza de hip hop electrónico cargada de emoción y sinceridad.

6. TE LO DIJE

En Te lo Dije, tercer adelanto de Black Mode, Zetazen ofrece una introspectiva desgarradora en la que se entrelazan emociones de dolor, arrepentimiento y confrontación. La canción, escrita, producida e interpretada por Zetazen y masterizada por Slatin, fue grabada en una sola noche y refleja la intensidad emocional del artista, quien describe cómo el mal humor y el dolor lo impulsaron a crearla. Con esta canción, Zetazen busca transmitir la cruda realidad de una relación rota, donde los gestos no correspondidos, la falta de comunicación y los comportamientos tóxicos de su expareja jugaron un papel crucial en la caída del amor.

A través de versos como «te paro el tiempo, pero no las balas» y «decías que no mostraba emociones», el rapero se enfrenta a las acusaciones de frialdad emocional que le hizo su expareja. Le recriminaba no escribirle canciones, pero Zetazen responde que la canción R.I.C.O., del álbum y cuando nos crucemos, qué?, estaba dedicada a ella, demostrando que, en su propio lenguaje, sí expresaba sus sentimientos. También le acusaba de anteponer la música a la relación, algo que deja atónito a Zetazen, pues como ha mencionado en múltiples ocasiones, nunca ha priorizado la fama o el dinero sobre su vida personal. Finalmente, Zetazen denuncia la falta de reciprocidad en la relación y los comportamientos tóxicos que desencadenaron la ruptura.

ZETAZEN COMPARA LAS EMOCIONES DE ‘TE LO DIJE’ CON EL POEMA ‘RESETEO DE SU LIBRO ‘MANOS FRÍAS’ | EXTRAÍDO DE: @zetazen1

La frase «de gala en las buenas y de luto en las malas» refleja como Zetazen, desde su álbum Elegant Pain, ha cultivado una estética musical que fusiona el dolor con una elegancia refinada, característica que continúa explorando en Black Mode. Este último trabajo puede entenderse como una evolución de Elegant Pain, un proceso de «dolor elegante 2.0», donde el sufrimiento se presenta con una mayor madurez emocional y una producción más depurada. En este álbum, Zetazen se viste literalmente de luto, adoptando el color negro como símbolo de la oscuridad emocional que atraviesa, mientras mantiene la sofisticación de su estilo único. La sensación de «luto» se refuerza con la producción y el visual del videoclip, donde el color rojo y el pasamontañas simbolizan tanto el sufrimiento como la transformación interna que el artista está atravesando.

La producción musical de Te lo Dije destaca por su atmósfera envolvente y emocional, combinando elementos típicos del hip hop con toques de sintetizadores y coros que enriquecen la pieza. Los hi-hats marcados y los murmullos distorsionados de su expareja, insertados en la mezcla, contribuyen a crear un espacio sonoro oscuro que complementa la temática de la canción. A través de este single, Zetazen no solo refleja su dolor personal, sino también un crecimiento artístico, mostrando cómo la oscuridad puede, a través de la música, convertirse en una forma de catarsis.

La letra de la canción refleja una tensión constante entre el deseo de sanar y la imposibilidad de olvidar, destacando un proceso emocional complejo. «Te lo dije, pero no quisiste escuchar» encapsula el sentimiento de frustración que atraviesa a Zetazen, quien parece haber advertido los riesgos de una relación tóxica, pero cuya advertencia nunca fue atendida. Así, Te lo Dije no solo es una denuncia hacia la dinámica fallida de la relación, sino también una afirmación de la importancia de la comunicación y el entendimiento mutuo en una pareja.

7. TORMENTA

Tormenta, el cierre de Black Mode, se presenta como el aterrizaje final del vuelo en el que Zetazen nos hizo embarcarnos en y cuando nos crucemos, qué? La canción se convierte en un viaje metafórico a través de una tormenta emocional, simbolizando tanto el caos interno del artista como su deseo de encontrar la paz tras una experiencia de vida turbulenta. Desde las primeras estrofas, Zetazen introduce la imagen de un «agujero en el cielo» como una forma de conectar con su abuelo fallecido, reflejando el anhelo de encontrar respuestas a través de la muerte y la pérdida. La tormenta, entonces, no solo alude a un estado emocional de caos, sino también a la sensación de impotencia ante lo irrecuperable. La frase «si estás escuchando esto, quizá ya sea tarde» transmite una profunda frustración por el tiempo perdido, un tema recurrente en el álbum, dedicado a su expareja, donde el arrepentimiento y la aceptación de lo irreversible son sentimientos centrales.

En el estribillo de Tormenta: «No se da cuenta, lo que deseas pa’ mí te va de vuelta, multiplicao’ por mil un oasis o la tormenta, hoy te dejo elegir y que se te multiplique por mil«. Estos versos representan la dualidad emocional que atraviesa Zetazen: un deseo de justicia emocional y una reflexión sobre cómo los actos y deseos en una relación tóxica pueden regresar amplificados, dejando en evidencia la conexión entre causa y efecto emocional. En este verso, el «oasis» representa la paz y el perdón, mientras que la «tormenta» simboliza el caos emocional y la carga de los actos pasados, dejando claro que las acciones vuelven amplificadas.

Musicalmente, Tormenta fusiona el hip hop con un sonido electrónico moderno, estilo característico de Zetazen que mezcla lo contemporáneo con lo introspectivo. La producción es densa y envolvente, apoyada en bombos y cajas que marcan el ritmo de manera contundente, mientras que los hihats y el Roland 808 proporcionan textura y profundidad, complementando la atmósfera emocionalmente cargada de la canción. El uso de coros etéreos y adlibs sutiles refuerza la sensación de un viaje interior, un proceso de meditación para sanar y encontrar claridad.

La referencia al «tercer ojo brillando», alude al famoso diamante incrustado en la frente de Lil Uzi Vert. Este símbolo, que alude a la posición del tercer ojo, evoca una visión profunda o una intuición poderosa. Con esta referencia, Zetazen no solo hace un guiño a la cultura contemporánea, sino que hace hincapié en su búsqueda espiritual y autoconocimiento, reflejado a lo largo de Black Mode. Este mensaje sugiere que el artista está en un proceso de alcanzar una mayor claridad, enfrentándose a la oscuridad emocional con una visión más aguda y reflexiva sobre sí mismo y su entorno.

Tormenta explora la complejidad de las relaciones tóxicas a través de una potente referencia a los personajes de Breaking Bad, Jane y Jesse. Al igual que esta relación destructiva, Zetazen describe una conexión con su expareja que fue tanto sanadora como perjudicial, reflejada en el verso «como antídoto y veneno». Este contraste encapsula la paradoja de un amor que, a pesar de ofrecer consuelo, también empuja a la autodestrucción. La canción no solo trata sobre la aceptación de lo que ha sido su relación infructuosa, sino también sobre el renacimiento personal. En su regreso a la zona de confort, Zetazen busca reconectarse con su esencia más pura y sanar de la tormenta emocional que ha atravesado. Escrita, producida e interpretada por Zetazen, con el mastering realizado por Slatin, la canción es un testimonio de su capacidad para convertir el dolor en arte y transformar sus vivencias en una obra introspectiva, llena de matices emocionales y artísticos.

Zetazen no solo ha regalado a sus seguidores su proyecto más completo hasta la fecha, sino que también ha anunciado el lanzamiento de una nueva línea de merchandising para acompañar su gira de finales de 2024 y comienzos de 2025, que comenzó el 29 de noviembre en León y Bilbao, y que continuará por varias ciudades españolas hasta culminar el 6 de abril en la Sala La Riviera de Madrid. Con la vista puesta en el futuro, Zetazen ha revelado planes para lanzar vinilos tanto de Black Mode como de y cuando nos crucemos, qué? y contempla la posibilidad de incluir algunas de las canciones descartadas de Black Mode en una futura versión Deluxe.

Finalmente, Zetazen, tras una etapa de esperanza, felicidad y calidez al emprender un vuelo hacia lo desconocido en su álbum y cuando nos crucemos, qué?, ha cerrado un ciclo con un aterrizaje forzoso. A través de turbulencias, ha regresado a su zona de confort, rodeado de sus seres más leales, aquellos que siempre lo acompañan. Este proceso de duelo, similar a un funeral, que lo llevó del dolor a la liberación, se refleja en Black Mode, su álbum más sincero y maduro hasta la fecha. Solo Zetazen podría hacer un luto elegante. A través de sus redes, Zetazen confesó que su proceso creativo estuvo profundamente marcado por un enfoque intenso en su propio dolor y mal humor, factores clave que han dado forma a su obra más personal y potente hasta ahora. Una experiencia que se refleja como su «medicina para su alma» y que le ha permitido desprenderse del sufrimiento y enfocarse en proyectos más luminosos y llenos de alegría, tal como promete para su futuro artístico.

ZETAZEN MUESTRA SU FIDELIDAD A SU FACETA ARTÍSTICA EN SUS HISTORIAS DE INSTAGRAM | EXTRAÍDO DE: @zetazen1
Anuncios