El cantante tinerfeño brilla en un espectáculo íntimo y envolvente, donde su voz fusionada con la guitarra, invitados especiales y la energía del público nos brindan el mejor concierto del género en los últimos años
CARLOS DELGADO
La noche madrileña del 21 de noviembre fue testigo del renacimiento del R&B en la escena urbana. Bajo el frío característico de la capital, la histórica Sala Clamores se convirtió en un oasis tropical gracias al carisma y talento de Dailos MB, el gran exponente del rhythm and blues en Canarias. Con su inconfundible estilo y una propuesta musical que viaja entre décadas y géneros, el artista ofreció un espectáculo que dejó huella en la centena de asistentes.
La iluminación rojiza, símbolo distintivo de su estética desde Delonix, envolvió la sala en una atmósfera íntima que transportó al público a los icónicos videoclips de los años 90 y 2000, como Hot in Herre de Nelly. Este tono, inspirado en el árbol delonix regia cuya flor de fuego florece únicamente cuando sus raíces son lo suficientemente fuertes, representa para Dailos un reflejo de su proceso de introspección y conexión con sus orígenes, pilares fundamentales tanto en su música como en su crecimiento personal y profesional.

Vestido con una gorra roja hacia atrás, cadenas brillantes con sus iniciales, gafas Cartier y un atuendo perfectamente sincronizado con las luces, Dailos transportó al público a una época dorada del R&B mientras presentaba su último trabajo, Amor y Malos Hábitos.
Durante la hora y media de espectáculo, el público vivió una montaña rusa de emociones, donde no hubo pista de baile que resistiera el entusiasmo de la centena de fans que saltaron, bailaron y corearon al ritmo de géneros tan diversos como R&B, Miami Bass, Sexy Drill, UK Garage, G-Funk, Latin Pop, Afrobeat y Dancehall. El propio Dailos comparó la experiencia vivida con una intensa sesión de crossfit, mientras su público, lleno de entusiasmo, insistía en que continuara el concierto incluso cuando el cantante anunciaba el final.
El calor de la velada se intensificó con la presencia de invitados especiales que compartieron escenario con Dailos. Daniela Garsal emocionó con Ojitos las Lágrimas, Astrid Canales brilló en la versión en acústico de A Mí, Elena Alberdi añadió su talento a Amor Tóxico y Svarez encendió la sala con Contando a 100. Dailos y Svarez involucraron al público en los coros del estribillo, dando paso al momento cómico de la noche cuando Svarez bromeó diciendo que no se sabía la letra, lo que provocó las carcajadas de la centena de asistentes.

Hubo espacio también para momentos especiales como la versión de Maria Maria de Santana y The Product G&B, en la que destacó la guitarra de Nikkito, el cómplice musical de Dailos a lo largo del concierto, que aportó matices únicos a cada tema con los solos y acordes que enriquecían la voz del cantante canario. Además, Dailos emocionó al público con versiones acústicas de clásicos de su repertorio como Slow Motion y Gangsta Luv, donde su voz brilló especialmente en los tonos agudos, arrancando ovaciones y erizando la piel de todos los presentes.
El cantante tinerfeño atrajo a un público heterogéneo que reflejaba la versatilidad de su propuesta musical. Adultos con estética hípster y bohemia que vivieron el auge del R&B en los 90 y 2000 se mezclaron con jóvenes de estética urbana, influencers y tiktokers que acudieron a apoyar al artista y compartir el evento en redes sociales. La sala se llenó de estilos, edades y culturas diferentes, creando un ambiente que recordó a las fiestas que protagonizaban los videoclips de los raperos y cantantes de R&B de los 90 y 2000.

El espíritu familiar y cercano predominó durante toda la noche, con asistentes bailando juntos, compartiendo miradas cómplices y disfrutando de copas mientras la música los transportaba a los años 90. Un sentimiento que se reforzó cuando, al final de la velada, bajó del escenario para saludar, abrazar y hacerse fotos con los fans, devolviendo todo el cariño recibido a un público que le había hecho sentirse como en su casa.
Dailos MB demostró que ha hecho honor en la capital de España a su lema: “R&B isn’t dead”. El tinerfeño demostró que el rhythm and blues está más vivo que nunca en la escena urbana española, llevando su energía y talento desde Los Realejos hasta el corazón de Madrid. Una velada que no solo reivindicó el género, sino que consolidó a Dailos MB como uno de sus máximos exponentes en el país.

