En verano, cuando no estoy trabajando o tirado en cualquier playa con mis amigos, me gusta dedicar tiempo a explorar entre el arte, cosa que una vez llega septiembre ya no tengo tiempo para hacer. Fue así como una noche descubrí el EP de CURRO, «FANGO«, que acababa de sacar por aquel entonces, en el que incluye «EL PALMAR«, canción que resultó ser un hit.

Cuando me enteré de que iba a hacer un show en Madrid, supe que tenía que estar allí. Lo que no sabía es que iba a tener el placer de poder charlar con él sobre su carrera. Fruto de esa conversación en el Hotel Bastardo nace esta entrevista.

Entrevistador (E): Para los que no te conozcan, ¿cómo te describirías brevemente?

CURRO (C): La introspección últimamente la llevo fatal (risas). CURRO es un chaval de Sanlúcar de Barrameda, de Cádiz, que lleva por bandera un poco todo el movimiento andaluz, más que nada porque, al fin y al cabo, lucho un montón por mi tierra y es uno de los elementos en los que se basa mi personalidad como artista. Soy una persona que desde muy pequeño ha vivido por y para el arte. No concibo mi vida si no es generando contenido creativo.

E: ¿Cuándo se produce tu primer contacto con la música? ¿Tenías ya claro que era esa la dirección donde quieres enfocar tu carrera profesional?

C: Mi primer contacto con la música surge cuando yo era muy pequeño. Mi madre siempre me dice que lo primero que hice, cuando rondaba el año, en los bares era coger el servilletero y empezar a toquetear imitando los ritmos de la música que sonaba de fondo. Era algo que tenía de forma natural intrínseco en mí. Ya dos o tres años después tuve mi primer contacto oficial con la percusión. Fue desarrollándose hasta que con trece años me vino el gusanillo de producir ya que quería escuchar música o que no existía o que no encontraba. Desde ahí supe que me quería dedicar a esto, junto con el mundo de la publicidad. Me vino a la vez.

E: «Entreverá«, el primer sencillo que encontramos en tus perfiles en las plataformas de streaming musical, fue lanzado a finales de 2020, época en la que nos encontrábamos en pandemia y en la que a su vez surgieron muchos artistas. Dani Sabater nos dijo que él sintió este fenómeno como algo generacional. ¿Qué opinas tú?

C: Yo empecé con mi proyecto, que por entonces se llamaba 2001, en 2019. Pre-pandemia. Sí que es verdad que con la pandemia y después de sacar el primer single –que lo borré de plataformas– me vi con mucho tiempo libre y me di cuenta de que estaba habiendo mucho movimiento en la música. Creo que lo que nos pasó y, sobre todo, a la generación musical del Covid, es que como no teníamos nada que hacer y estábamos encerrados en casa sin exponernos al público, nos veíamos con la libertad absoluta de hacer creativamente lo que quisiéramos. En mi trabajo, me ayudó a tener feedback con el público, ya que hasta entonces había estado currando solo en mi casa. Al final, una forma de crecer y mejorar, de construir ambición. Cuando llegó «Entreverá» en octubre, se vio reflejado.

E: Hasta la fecha has lanzado una mixtape, «Odysea» (2021), un disco,  «SENTÍO» (2023) y un EP, «FANGO» (2024)–. ¿Cómo crees que te has desarrollado a nivel personal y artístico durante el proceso creativo de estos?

C: Al final «Odysea« fue una forma de hacer introspección conmigo mismo y de ver con qué encajaba artísticamente. Toquetear muchos palos y sonidos para ver por dónde iba a ir mi estilo, que fue también cuando empecé a trabajar en «SENTÍO«, que al final es un disco que tiene tres años de trabajo detrás. Con el primer proyecto me quería dar a conocer como artista que compone, produce, mezcla y canta él mismo, sin nadie detrás. Llegando al disco, fue un proceso de madurar en todos los sentidos: acabar la carrera, conocer a mi pareja actual y aprender de la vida en general. Creo que está muy bien cerrado en el disco y que transmite todo lo que viví por entonces. Luego «FANGO« es el colofón final, consolidándome definitivamente.

E: Podríamos señalar que eres un artista prolífico. ¿Cómo compaginas esto con la presión de dar una versión cada vez más pulida de tu trabajo?

C: Ahora vengo de una etapa en la que no he parado de crear. Aún así, yo no soy nada fan del snack culture, de hacer música corriendo, y esto ha venido de una serie de momentos muy creativos que se han dado en un tiempo muy concentrado. Estoy activo, pero no sé realmente cuánto tiempo voy a tardar en volver a sacar un tema ahora mismo. Soy consciente de que al ser un artista emergente, y mi sello me lo recuerda, no me puedo permitir alargarlo mucho, pero al final el proceso creativo requiere de tiempo.

E: Una característica que encontramos en los artistas independientes, al menos en España, es el rescate de la figura del cantautor –componer en base a la experiencia–. En algunas de tus canciones, como “Maricón” o “LLORÓN”, hablas de la presión de encajar en un estigma muy establecido. ¿Cómo has llevado esto a lo largo de tu vida y cómo crees que ha influenciado en tu música?

C: Viniendo de donde vengo, que es un sitio con una mentalidad bastante arcaica y en el que cuesta la evolución, ya que están estancados en las mismos pensamientos desde hace años, he vivido cosas de las que he tirado para hacer música. Estas canciones no son más que un reflejo de lo que estaba viviendo cuando las compuse y de haber sufrido bullying cuando era más pequeño, simplemente por ser un poco diferente al resto. Ahora encajo mucho más de lo que lo hacía antes, pero agradezco que me hayan pasado estas cosas para tener voz y hablar sobre ello. La música también tiene que tener un lado un poco más político. 

E: En tu álbum «SENTÍO» vemos un punto de inflexión en tu sonido, pese a que seguimos apreciando tu sonido tal y como ya lo habrías propuesto. ¿Cómo se dio esto?

C: Yo al principio quería hacer un disco de boleros, pero C. Tangana sacó «El Madrileño» y se cargó un poco el concepto que tenía. Partí de ese concepto, y empecé a trabajar con la idea de que esto sirviese como una base sólida dentro de mi discografía, para los que llegasen ahora o más adelante. Me comí mucho la cabeza para encontrar mi sonido y lo que me diferenciase del resto, en especial hablando en el ámbito de la producción. Lo pasé mal muchas veces pensando en que quizás me estaba arriesgando demasiado y que no me iba a comer una mierda, pero a día de hoy guardo un gran orgullo del proyecto. Si hago ahora un show con el disco es para seguir dándole vida y que llegue a lo que quiero que llegue.

E: Es curioso, por qué en esa época estaban saliendo proyectos que partían de esta base, más transgresores. No me gusta comparar, pero se me viene a la cabeza MOTOMAMI.

C: Es curioso, sí. En diciembre de 2021 yo trabajé en una canción del disco, “X FA”, que es un reggaetón experimental. Poco después, Rosalía lanzó “SAOKO”, un reggaetón experimental entremezclado con jazz. Ahí pensé que si una de las grandes de la música en nuestro país y yo habíamos llegado a ideas parecidas, es que algo estaba haciendo bien.

E: ¿Cómo crees que se ve todo esto reflejado en «FANGO«, el EP que sacaste en julio?

C: Es una evolución. En “SENTÍO” estaba aprendiendo a hacer las cosas, y en “FANGO” ya tenía las tablas para hacerlas. Lo que antes tardaba seis meses, ahora lo hacía en uno. Después del álbum, muchas cosas cambiaron: empecé con un sello, a entender cómo funciona más la industria desde dentro… También partía un poquito del querer jugar con la música y las experiencias que había vivido durante este último año. 

E: Justo en este EP encontramos EL PALMAR, sencillo que acumula más de 3.5 millones de reproducciones en Spotify, ¿cómo te sientes respecto al éxito de esta canción? ¿Te lo esperabas?

C: Me lo esperaba. Intuía que la tenía que sacar primero y que se iba a pegar, no sabía en qué medida. De todas formas, pensaba que iba a ser algo mucho más light. Es una canción que funciona como gancho además, para reconducir al público al proyecto, que considero muy interesante. 

E: El tema está producido por Tony Groix, productor que admiramos mucho en ELEKAESE y con el que has colaborado varias veces. La última vez en su EP, «playa bonita«, con la canción “quemao sin sol”. ¿Cómo es vuestra relación?

C: Lo conocí cuando saqué «Odysea» y nos empezamos a seguir. Hablábamos de vez en cuando, pero era un vínculo de redes. En el proceso creativo de «SENTÍO» compartía mucho como me sentía en redes respecto a este y, a partir de ahí, empecé a entablar más conversaciones con Tony hasta que coincidimos el verano pasado un par de veces. Empatizamos con experiencias muy similares que estábamos viviendo y hubo conexión creativa, ya que entendíamos la música y el proceso creativo de la misma forma. Desde entonces, somos como hermanos. 

E: Después de este año, ¿qué expectativas aguardas para 2025? ¿Nos puedes adelantar en qué estás trabajando?

C: Se viene una gira en la que voy a presentar mi primer show largo y que considero que, después de haber trabajado en el mundo de la noche, como en festivales, y ver al top 50 de España, es una propuesta diferente. Hablo en cuanto a las de artistas masculinos. Quería ir un paso más allá y nos ha salido algo que yo creo está muy pulido, es una experiencia. Divas hay muchas, yo quiero ser el próximo divo español. También seguiré trabajando en lo que va a ser mi proyecto más ambicioso hasta la fecha, mi segundo disco, con el que estoy colaborando con productores muy tochos de la escena.

E: Por último, ¿nos podrías decir un artista que tengas como referente y con el que te gustaría colaborar? ¿Y un artista emergente que poner en nuestro punto de mira?

C: Con Amaia me gustaría muchísimo, con Sega Bodega también. Si pienso en alguien más pequeñito, diría Cristina Len. Y al artista emergente que deberíais echarle un ojo es Desmelenao, un colega mío que además tiene un directo que es la hostia.