PAULA LLORCA
Entre el 29 y 31 de agosto el festival KALORAMA realizó su primera edición en Madrid. Su programación de 34 shows alineó a prestigiosos artistas como LCD Sound System, The Prodigy, Sam Smith y Massive Attack. A pesar de varias cancelaciones de shows principales, el festival logró tener una gran acogida del público, reuniendo a 41.500 asistentes en el recinto de IFEMA.
El primer día, a pesar de ser el más tranquilo, nos dejó ver a artistas del calibre de The Kills, The Postal Service + Death Cab For Cutie y LCD Sound System. Entre los momentos más memorables estuvieron los sets de Ego-Trip y Zsongo Club, que mantuvieron el stage de DJs en constante movimiento desde el primer minuto. Además, LCD Soundsystem fue una gran elección para el cierre; escuchar su icónico teclado en vivo elevó el final de la primera jornada del festival.

Luego, el viernes, nuestro día favorito. Presentíamos que este iba hacer memorable al festival, pero no sabíamos el porqué. Uno de los anuncios del segundo día fue la cancelación del show de Fever Ray a causa de una enfermedad, pero no quedamos decepcionados, ya que Judeline reemplazó el show.

Comenzamos el día con Tristán! y Colectivo Da Silva. A continuación, el grupo británico Yard Act nos sorprendió con su energía, que es la que mantuvimos hasta Yves Tumor. Mientras estos actuaban, una tormenta con granizo obligó a todos a resguardarse y a cancelar el concierto. Esto causó que los equipos de Raye y Soulwax se estropeasen, por lo que no pudieron actuar. Por suerte la lluvia no apagó el festival. La carpa de DJs, liderada por Antídoto Club, revivió el ánimo hasta la llegada de The Prodigy. Su actuación, impulsada por la energía de la tormenta, fue el punto máximo del festival. Iniciaron el set con «Breathe» y desde ese momento la energía solo escaló.
El tercer día fue el que acogió a mayor número de público. La elección de artistas recordó la importancia de a quién subimos al escenario.
Huda, una artista emergente de trap abrió el día. Le siguieron Ezra Collective y Olivia Dean, mostrándonos parte de cómo se está desarrollando la escena emergente de jazz y soul británico. El primer headliner del día fue Massive Attack. Es complejo ser indiferentes a lo que esta banda genera. Sus visuales abarcaron imágenes del genocidio palestino y montajes que hicieron que el concierto no fuese únicamente una experiencia sonora, sino una profunda reflexión sobre la realidad en la que vivimos. Definitivamente, no debemos dejar pasar las propuestas visuales del fundador de la banda Robert del Naja.

En contraste, Sam Smith ofreció un espectáculo con la misma potencia, pero desde una perspectiva distinta. Sobre una escultura gigante de una silueta cubierta de grafitis con mensajes como «reverse the gaze«, «liberation» y «power«, Sam Smith y su equipo de bailarines dieron un show que no solo recorrió sus mayores éxitos, sino que también celebró la diversidad LGTBIQ+. Desde los vestuarios hasta la escenografía, Smith dejó claro que el cuerpo es un medio de expresión, pero que debe estar enmarcado por la libertad.
El festival cerró con el set de Peggy Gou. Esta artista pareció ser la más querida por el público. Mientras tocaba, llegaron a ella regalos desde el público y se observaban carteles de sus fans con frases como «I Love Gou» o «Peggy Ole Ole Gou«. Hizo que el festival terminase con la mejor de las energías.
La identidad de KALORAMA fue definida por lo impredecible. Esperamos ver una futura edición que refuerce sus triunfos y nos sorprenda con nuevas propuestas.

