El espacio Lahipoteca albergó el 25 de mayo a un heterogéneo conjunto de músicos, performers, artistas plásticos y diseñadores de moda en una exhibición profesional
Daniel Gallego Palomar
IMAGEN DE PORTADA: Renzo Alvarado
Como si se tratara del paso de un cometa por el cielo, Mayrit Bienal de Diseño y Arquitectura aterriza sobre suelo madrileño cada dos años para dejarnos con más ganas de fascinarnos con un arte creativo que abarca desde instalaciones arquitectónicas hasta escultura, fotografía, música, diseño de moda e incluso performance. La receta perfecta para dar a conocer la obra de los artistas que reflejan el espíritu de su generación a través de piezas que profundizan en lo crítico, en lo personal y en lo puramente estético.
Esta vez, dentro de este ciclo artístico que se ha celebrado en distintas áreas de la capital del 22 al 26 de mayo de 2024, ha resultado especialmente llamativa la exhibición realizada el 25 de mayo por parte del colectivo artístico multidisciplinar Inizia.Zone en el espacio Lahipoteca, en la que han sido expuestas diversas piezas bajo el lema “De la realidad al sueño”, tomado del concepto “Wet dreams” -sueños húmedos-, que es el dispuesto por Mayrit para los diferentes eventos que se han llevado a cabo a lo largo de la semana cultural.
Inizia.Zone ha querido amoldar el concepto de este año a su gusto y ha conseguido con ello, tal y como nos cuenta Clau López, establecer una idea dividida en tres fases: una primera que refleja la sobresaturación de información presente en la actualidad por las redes sociales; una segunda en la que el artista y su proceso creativo se adecúa a la realidad y se adapta al sistema; y una tercera en la que el artista, liberado de toda la carga social, se expresa sin condicionamientos.
La exhibición ha comenzado con un showcase del dúo Plaza 23. Originarios de Valdemoro, demostraron un riguroso talento con la guitarra española. El grupo está compuesto por Dani Llamas y Darío. Ambos aportaron una plena sensibilidad con temas propios que dejan constancia de lo arraigados que están los sonidos flamencos en la actualidad. Plaza 23 viene de hacer un sold out en el café La Palma después de ser “descubiertos” en pleno rastro de Madrid cuando una conocida influencer les grabó tocando la guitarra. Como no podría ser de otra manera, y mucho menos en el caso de un dúo con tales aptitudes, sus seguidores han crecido como la espuma, demostrando que existe un hueco amplio para lo instrumental en el panorama musical.

Por la tarde, Inizia.Zone trajo a dos referentes del diseño para dar charlas: Elena Rocabert y Peter Sposito. En el caso de Elena, ella ha traído al espacio Lahipoteca un discurso al que ha llamado “Lo oculto en la paranoia”; la paranoia entendida como ese momento en el que el límite entre lo real, lo ficticio y el sueño está desdibujado, y lo oculto como planteamiento sobre lo que se encuentra, aun tratando de invisibilizarse, detrás de las ensoñaciones. En su explicación, se ha servido de una pieza que ha expuesto en colaboración con Nessa Ellen Ryan, titulada “Un vago recuerdo”, que se basa en patrones de costura pero destaca porque el material empleado son tiras de aluminio.

Entre otras piezas expuestas en este ciclo de sueños húmedos destaca, en la fase 3, la escultura “Astroflor” de Clara Álvarez, obra de un trabajo en el que se ha combinado el hierro con la porcelana en el que destaca una técnica por la que Clara ha inmersionado cardos en una receta de porcelana y papel para después meter estas pequeñas piezas en el horno y constituir una especie de caparazón blanco con la forma del cardo. La idea que transmite este proceso experimental trata sobre la naturaleza defensiva: «los cardos proliferan en terrenos donde la naturaleza no está ordenada y sigue sus propias leyes, pero hay muchas de estas plantas que están en peligro de extinción». «La obra simboliza dos plantas que se desean -un cardo y una planta carnívora- pero que están a punto de desaparecer». En la pieza de Clara, un chorro de agua fluye por las diferentes capas y una niebla es generada por ultrasonido. Con todo, “Astroflor” representa las estructuras defensivas de una naturaleza que desarrolla mecanismos punzantes para esconder una vulnerabilidad.

Sergio, que forma parte del propio colectivo Inizia.Zone, expone como parte de la fase 2 “iVibe”, una funda de teléfono con forma de falo en cuyo interior hay un teléfono. Como obra interactiva, su creador invita a que llamemos a este móvil, haciendo que toda la estructura vibre. Así, además de constituir una idea comercial brillante para las sex shops -véase su nexo con la temática de la fase 2-, Sergio llama a vincular un objeto funcional como lo es el teléfono móvil con la libido.

Tras la actuación de Lotta P, que se ha llevado los gritos y aplausos de un público que iba en aumento, se han sucedido dos performances: la primera de ellas, perteneciente al colectivo de diseño de moda Kids next zilch, ha conectado al público con el interior de una infancia alterada por traumas y represión. Caracterizados de motivos a puente entre lo circense y lo infantil, este grupo de performance ha paseado por la sala principal de Lahipoteca entre gritos agónicos que surgen desde dentro de aquello que intenta ser ocultado pero que forma parte de la identidad de cada una. A continuación, Clara Escalera ha deleitado al público con un espectáculo cómico y satírico de máscaras y disfraces simulando una especie de “carnaval de la miseria actual” abordando temas como la emergencia climática, la cultura del consumo o la cuestión de la vivienda.
Fotografías de la performance de Kidz next zilch y el concierto de Lotta P. Fotógrafa: Estela Adrados
Inizia.Zone se consolida tras su colaboración en Mayrit bienal como un colectivo que abraza todas las ramas del arte sin dejar ni una de lado. Un conjunto de jóvenes llenos de ambición e ilusión por promover arte de una riqueza descomunal. Ellos, junto a los artistas que han colaborado en la exhibición, se han encargado de plasmar ideas con las que cualquiera puede identificarse y que son la materialización de las múltiples problemáticas a las que nos enfrentamos en la actualidad. Este conjunto de artistas se merece un futuro prometedor, pues no solo ha conseguido conjugar un lenguaje propio en su proyecto, sino que ha demostrado una gestión curatorial excelente.
































