ARIADNA RUIZ TRUJILLO
Una cola inmensa llamaba la atención el pasado 16 de mayo en la puerta de la Sala Shoko. Gente de diferentes estilos de vestimenta conversaba animadamente, ansiosa por el evento que se estaba preparando dentro: Sound Isidro: concierto de Pimp Flaco y Kinder Malo.
Esa noche, en Madrid, los hermanos, pioneros del trap en España, ofrecieron un gran show en la Sala Shoko de Madrid dentro del ciclo de conciertos del festival Sound Isidro.
El espectáculo comenzó y dejó claro desde el principio la intención de dar protagonismo tanto a Kinder Malo como a Pimp Flaco, tanto en solitario como en colaboración. Así, el público pudimos disfrutar de un repertorio que incluyó tanto las colaboraciones conjuntas como las canciones individuales de cada hermano. En todo momento, se mantuvo un profundo respeto entre ambos artistas, demostrando no solo su talento musical, sino también la sólida relación fraternal que los une.


Temas antiguos no faltaron en ningún momento “Tsumugi”, “De una”, “El Banquero de Dios”… fueron los temas que dejaron claro que esa noche entre el público habían fieles seguidores de los hermanos. Cada verso era un viaje en el tiempo, llevando al público de vuelta a momentos compartidos, emociones vividas y experiencias compartidas junto a la música de estos talentosos artistas.
La energía en la sala era tan intensa que inspiró a los artistas a interactuar con el público de manera única y espontánea. Kinder Malo, atento a la multitud durante todo el concierto, no dudó en compartir el micrófono con los fans, invitándolos a cantar junto a ellos y creando así un ambiente de participación. Además, sorprendió al bajar al público para interpretar varios de sus temas clásicos.
Por otro lado, Pimp Flaco, aunque mostraba cierta timidez, se dejó llevar por el fervor del momento y se aventuró a lanzarse hacia el público, confiando en el entusiasmo de sus admiradores para ser recogido con cariño.
Finalmente, el momento más esperado de la noche llegó con un emotivo gesto. Los artistas anunciaron su llegada con una cuenta regresiva, que comenzó desde el 90 hasta llegar al tan esperado «<3», desatando la euforia entre el público. Durante esta canción, la entrega tanto de los artistas como del público fue palpable. Las voces se unieron en un coro atronador mientras todos coreaban el icónico estribillo: «El amor es <3, a veces 3 2, a veces 2 3…».


Después de la emotiva interpretación de «<3», los artistas dejaron entrever que estaban tramando algo especial juntos, dejando al público con ansias de más. Con un enigmático «No sabéis la que se viene», Pimp Flaco se despidió del escenario, sembrando la intriga entre los presentes.
Sin embargo, algo destacable de manera negativa es la duración del evento. Una hora de concierto de parte de dos personas que tienen mucho repertorio musical tanto individual como en conjunto deja mal sabor de la boca. La frase «¿Ya está?» resonaba entre los asistentes al despedirse los artistas del escenario. Muchos permanecieron en sus lugares, esperando una posible reaparición en el escenario que nunca llegó. Con las luces apagadas y los artistas retirados, el personal de producción comenzó a desmontar el escenario y los guardias de seguridad instaron al público a abandonar el recinto. La sensación de insatisfacción y decepción se hizo patente mientras los espectadores se retiraban, conscientes de que el espectáculo había llegado a su prematuro fin.
En las últimas semanas, hemos sido testigos del regreso de los hermanos barceloneses con «Dora Black v.1» y «Dora Black v.2». Desde ELEKAESE, estaremos atentos y expectantes para descubrir qué nuevas sorpresas nos tienen preparadas.

