Una noche con Roberta Nikita

ESCRITO POR: María Rosa

El sábado día 9 de marzo tuvimos la oportunidad de visitar el Club Malasaña y terminamos descubriendo el talento de Roberta Nikita. Para empezar, el Club Malasaña fue un acierto total para el espectáculo de la artista, ese ambiente íntimo y las luces rojas, más la estética vintage del lugar era perfecta para disfrutar del evento.

Roberta Nikita nos deleitó con sus temas más populares como “Loca”, “BEBÉ”, entre otros. La intérprete transmite la esencia de un ser dulce y apasionado, el público disfrutaba con ella como si la conocieran de toda la vida y la estuvieran viendo triunfar. El concierto tenía vibes acogedoras y la humildad de Roberta Nikita se palpaba en el aire. 

Ella misma ponía la música en una mesita de mezclas y marcaba el ritmo de sus temas. Se notaba cómoda y nos transmitió esa afinidad que nos unía a aquellos que asistimos. Éramos muy distintos entre nosotros pero nos unía el estilo de Nikita. Pude apreciar desde mi lugar a una pareja de chicas abrazadas que la miraban embelesadas, como si ella representase el vínculo de su amor.


A parte de disfrutar de la propuesta original de su música y su arte con el teclado, pudimos ser partícipes de la destreza de su acompañante Matt con el violoncello, que dio un toque melodioso y singular a los ritmos electrónicos. Se notó una gran conexión por parte de Roberta Nikita con él y con sus canciones, como si sintiera cada nota que cantaba. Fue cercana con el público y no desaprovechó la oportunidad para hablar y hacerse fotos con quienes se lo pedían.

Es destacable la actitud de agradecimiento que mantuvo durante todo el concierto, puede que no lo dijera verbalmente todo el rato, pero eso no significa que los que estuvimos allí no sintiéramos lo encantada que estaba de compartir su música. Sin duda una chica majísima y con mucho que dar al mundo.

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