ESCRITO POR: Sofía Díaz-Masa Valencia
IMAGEN PORTADA: Portada del disco «LUNA 18».
A todos aquellos que en su momento se enamoraron de un Walls romántico e idealista que sacaba temas en acústico, siento anunciarles que ya podemos darlo por acabado. Si bien podríamos haberlo intuido a partir de Los Niños del Parque, un disco de pop variado que presenta elementos del rock más clásico, Walls nos confirma su tendencia hacia este nuevo estilo con Luna 18, su segundo álbum de estudio. Estrenado el 23 de febrero, dicho trabajo asienta rotundamente la personalidad artística de Ginés, el joven murciano que se esconde detrás de todas estas letras, poesías e íntimas confesiones.
Partiendo de su portada, es fácil intuir el dolor y el sentimiento desgarrador con el que Walls nos presenta su perspectiva y nos cuenta su historia. Luna 18, compuesto por 12 canciones distintas en temática pero similares en intensidad, relata las vivencias del artista estos últimos dos años (día y noche) por las calles de la capital. «Si contase lo que arrastro de atrás, te alejarías de mí», sostiene en Echao’ a perder, un tema que hace uso de sonidos más electrónicos para plasmar el deseo de Walls por explotar la juventud. Este artista se desvela en Luna 18 como un joven vulnerable que está desorientado y trata de encontrarse a la vez que lucha por disfrutar del proceso y mantener su autenticidad; como resulta evidente, no es tarea fácil.
Esto le ha llevado a dejarse influenciar y experimentar con multitud de estilos, decantándose finalmente por un sonido grunge combinado con una estética meramente punk. NÁPOLES destaca por lo intenso de sus bajos y la energía sensual que desprende por medio de una serie de acordes muy meditada, mientras que Otra Mitad o Paralelas dan especial protagonismo a la guitarra eléctrica de la que Walls tanto disfruta. Sin embargo, su canción favorita de Luna 18 es La Sole, dedicada a su madre y destacable por su tono de honesta admiración. Además, no se pueden obviar las tres colaboraciones presentes en este álbum con Bruses, Leo Rizzi y Costa, quien interviene con versos plásticos, precisos y brillantes en el tema En los huesos.
En general, este nuevo álbum juega con multitud de tendencias artísticas pero sigue manteniendo la esencia de Walls, esa sinceridad despejada que tanto le ha caracterizado todos estos años. De hecho, se nota que este artista sigue dejando salir los versos espontáneamente tal y como lo hacía cuando encabezaba las competiciones de freestyle en el mundo hispanohablante allá por el 2019. Aunque sus letras ya no son tan protagonistas como solían serlo, Walls y sus productores, Pablo Rouss y Evlay, han logrado fusionarlas exitosamente con el resto de elementos musicales de forma que no han perdido su fuerza. Así, Walls consigue conectar con su público ya adulto y compartir con honestidad su experiencia desde que se lanzó de lleno en la industria musical. Luna 18 no es más que una evidencia de que su trayectoria como artista de la nueva ola española solo acaba de empezar.

